Instituto de Formación Docente Cotínua

FUNDAMENTACIÓN

Es indudable que hoy a inicios del siglo XXI, vastos sectores de la población sufren las consecuencias de una sociedad injusta y segmentada. El contexto en el que desarrollamos la tarea educativa, está caracterizado por la extensión de agudas crisis económicas, con su secuela de fragmentación y procesos diferenciales de inclusión y exclusión social. “La humanidad es mucho más instruida ... probablemente por primera vez en la historia puede darse el calificativo de alfabetizados, al menos en las estadísticas oficiales, a la mayor parte de los seres humanos. Sin embargo, en los años finales del siglo XX es cada vez mayor la brecha existente entre el mínimo de competencias necesarias para ser calificado oficialmente como alfabetizado y el dominio de la lectura y la escritura que aún se espera en niveles más elevados de instrucción. ...” (Hobsbawm, 1.996)

La educación es un fenómeno histórico y social que se desarrolla en el sujeto durante toda su vida y es fruto tanto de sus condiciones vitales, como del medio socio-cultural en que vive. El hombre como producto y recreador de una cultura puede transformar la realidad con su voluntad, experiencia y libertad. La educación adquiere así un papel importante dentro del conjunto de factores que hacen a la transformación de la sociedad, si bien no puede por sí misma cambiar el sistema social, no hay reformas posibles sin intervención de la educación.

La concepción que sustentamos y que ubica al docente como un trabajador intelectual transformativo, supone, además de reconocer su condición de trabajador, ubicar al docente como alguien a quien para ejercer su trabajo se le exige una preparación específica acreditada, idoneidad en su desempeño, modos de comportamientos compartidos con sus colegas, grados diversos de autonomía y creatividad, puestos en juego en su práctica cotidiana.

Asimismo, afirmar que un docente es un trabajador intelectual transformativo, supone que su trabajo tiene que ver con el conocimiento, su producción, organización, distribución y apropiación, a través de promover la construcción de aprendizajes y desarrollo social de los alumnos. Por otra parte, su compromiso como intelectual democrático excede el ámbito del aula y aún el de la escuela, para continuar ejerciéndolo también en el ámbito social más amplio, en la defensa de valores culturales y sociales que tengan que ver con la libertad responsable y la justicia social.

Sin embargo, investigaciones de políticas de formación docente, permiten comprobar que en muchas provincias la terciarización de la carrera, siguió la lógica de la escuela secundaria y generó una ruptura entre la formación de maestros en el nivel terciario y la formación en la universidad, haciendo de la formación docente una carrera terminal. Desde esta perspectiva, creemos que la formación docente inicial, debe ser siempre entendida en el marco ampliado de la formación docente continua, pero no como una sucesión de formaciones terminales que se acumulan y se descartan según las necesidades del momento, sino fundamentalmente en una disposición que se construye y que constituye al sujeto, al permitirle una permanente actitud reflexiva sobre su actuación.

Concebir como manifestaciones diversas de un fenómeno único la secuencia de formación inicial, formación continua, investigación, extensión, no es sólo el producto de la adhesión a ciertos postulados teóricos, sino que “la interacción entre estos componentes, es tal vez una de las experiencias más fuertes que vitaliza la actuación real de los Institutos de Formación Docente Continua de la provincia de Río Negro y que ha enriquecido tanto las trayectorias institucionales como las personales de los docentes”.

Recuperando esta experiencia es que docentes del IFDC de General Roca diseñó el proyecto implementado en esta institución: la Carreras de Postítulo en Educación Básica de Jóvenes y Adultos. Se intenta de este modo construir un ámbito de actualización y especialización dentro del campo de la Formación Docente en Educación de Jóvenes y Adultos para fortalecer las propuestas educativas en esta modalidad, así como promover el avance de la investigación educativa a través del acercamiento a este campo desde diversas perspectivas y enfoques.

Teniendo en cuenta que una institución no es estática, que se encuentra en permanente tensión entre lo instituido (lo establecido) y lo instituyente (fuerza promotora de cambios, de las nuevas propuestas), consideramos que esta Carrera de Postítulo en EDJA, permitirá fortalecer la formación docente en EGB 1y 2, carrera que actualmente se desarrolla en este Instituto y a la vez abrir nuevos caminos tendientes a enriquecer las propuestas educativa s para la Formación Docente Continua en la provincia de Río Negro.